Las 10 mejores bandas sonoras de videojuegos de la última década

Un viaje musical desde 2010 hasta 2019

Cuando estamos ante un videojuego, los gráficos no lo son todo. Los que amamos esta forma de arte sabemos la importancia que tiene la música dentro de él. Unas cuantas notas, colocadas en los sitios oportunos y con los matices necesarios pueden ser el desencadenante de un abanico de emociones tan amplio como los compositores deseen. No todo es lo que vemos, sino también lo que escuchamos. La música, en ocasiones la gran olvidada, y en otras demasiado ensalzada, es una de las partes esenciales en la creación de cualquier videojuego. En el día de hoy vamos a comentar esas bandas sonoras que marcaron estos últimos años, y a hablar de esas melodías para el recuerdo que hemos podido disfrutar en esta última década.

10. Death Stranding. Ludvig Forssell (2019)

Abramos esta lista con la última obra del maestro Hideo Kojima. Aparte de la gran selección musical que podemos encontrar en este título, algo ya habitual en el creador nipón, quiero destacar el gran trabajo de Ludvig Forssell. El aura con la que nos envuelve su música es estremecedora. Los sentimientos de soledad, de vulnerabilidad y de tensión constantes que nos aportan todas y cada una de sus notas nos hacen ponernos en la piel de Sam Porter con una facilidad digna de elogio. Sin duda alguna, cumple con todas las características para convertirse en una de esas bandas sonoras que se van a recordar durante muchos años.

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9. Cuphead. Kristofer Maddigan (2017)

Cuando, tras varios intentos contra el mismo jefe, sigues disfrutando de la música que lo acompaña, significa que el trabajo está bien realizado. Debido a la elevada dificultad de este título, la realización del hilo musical que escuchamos en cada combate no es para nada sencilla. Es necesario que cada canción sea representativa, que complemente a la perfección al enfrentamiento y que ayude a darle forma al jefe en cuestión. En cuanto a la elección del género, un jazz que parece sacado de una sala de Nueva Orleans, no puedo estar más de acuerdo. Viendo el apartado artístico del que hace gala este Cuphead, que parece sacado de una película del mismísimo Walt Disney, no me puedo imaginar una banda sonora distinta a la que ha creado Kristofer Maddigan. Realmente impresionante.

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8. Vampyr. Olivier Deriviere (2018)

Si hablamos de una historia de vampiros ambientada en el Londres del siglo XX, ¿Qué tipo de música os viene a la cabeza? Desde luego yo me imagino una banda sonora en la que predominan los instrumentos de cuerda graves —violonchelo y contrabajo— acompañada de alguna agrupación coral y, por supuesto, de un clavicémbalo —instrumento de cuerda pulsada, precursor del piano actual— para darle un aire más tétrico si cabe. Olivier Deriviere —Alone in the Dark, Remember Me— ha conseguido componer esa banda sonora que todos nos hemos imaginado. El tono oscuro y melancólico que ha conseguido darle a su música nos ayuda a introducirnos por completo en la historia y consigue cautivar al jugador desde la primera nota hasta la última. Una de las grandes sorpresas de esta década.

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7. The Witcher 3: Wild Hunt. Marcin Przybyłowicz (2015)

Sin duda se trata de uno de los juegos más grandes y ambiciosos de los últimos años. Los polacos CD Project Red nos transportan al universo de Geralt de Rivia de la mejor manera posible: una historia magnífica y, como no, una banda sonora para el recuerdo. Su corte épico nos lleva de la mano en todo momento, ya sea en las peleas, en las discusiones acaloradas o en los momentos más tranquilos y románticos; siempre se nos tiene preparada alguna delicia sonora. Cuando una banda sonora es capaz de transportarte a la perfección al universo que está representando, poco más se le puede pedir.

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6. NieR: Automata. Keiichi Okabe y Keigo Hoashi (2017)

Esta banda sonora ha sido una de esas sorpresas de última hora, ya que he jugado a este título hace muy poco. Cada zona del juego tiene una canción propia que se amolda a la perfección al ambiente de ese lugar, consiguiendo transportarte tanto a un mundo post-apocalíptico como a un frondoso bosque en el que se respira una mayor paz y serenidad. Las emociones que son capaces de transmitir los compositores no se pueden explicar con palabras, hay que experimentarlas. Los momentos más tristes están escoltados por melancólicas melodías, conseguidas con agudas y suaves voces femeninas acompañadas de sutiles toques de piano, mientras que en los momentos de mayor júbilo las notas se llenan de colores y matices gracias a la aparición de modos mayores.

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5. Red Dead Redemption 2. Woody Jackson (2018)

Todos sabemos, gracias a las innumerables películas ambientadas en el Salvaje Oeste, el tipo de música que acompaña a estas aventuras. Woody Jackson ha logrado una vez más —recordemos que es el creador de la banda sonora del Red Dead Redemption original— trasladarnos a los Estados Unidos del siglo XIX-XX con una habilidad digna de elogio. Da una clase magistral de country y música tradicional estadounidense, mejorando con creces la inmersión de su antecesor. Poco más se puede decir de una banda sonora de este nivel, hay que escucharla para poder sentirla.

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4. Octopath Traveler. Yasunori Nishiki (2018)

Este Octopath Traveler es, sin duda alguna, una de las sorpresas de la década en cuanto a JRPGs se refiere. A parte de su gran apartado artístico tenemos que destacar esa banda sonora que parece compuesta por un trovador en la Edad Media. Alegre y jovial son los adjetivos que describen de mejor modo el tono de esta música que nos va a estar acompañando a lo largo de nuestro arduo viaje por las hostiles tierras del reino de Osterra. Las batallas, muchas de ellas extremadamente complicadas, están amenizadas por melodías gráciles y marchosas que alegran hasta a aquel jugador que ha perdido el combate por quinta vez consecutiva. He ahí la importancia de una buena banda sonora.

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3. The Legend of Zelda: Skyward Sword. Kōji Kondō (2011)

Aparte de una historia genial, que me daría para estar hablando durante horas, nos encontramos ante una de las mejores bandas sonoras de un Zelda desde Ocarina of Time y Majora’s Mask. Puedo decir sin despeinarme que he llegado a ponerla en el coche. He llegado a, en estos clásicos viajes en familia, cuando todo el mundo está dormido y tú eres el único que no es capaz de conciliar el sueño en un aparato en movimiento, ponerme los auriculares y reproducir de principio a fin esta delicia. Suena a Zelda, pero a la vez a algo completamente nuevo y fresco. La melodía principal es un prodigio, es alegre, triste y épica a partes iguales. El maestro Kōji Kondō ha logrado, otra vez, redefinir la banda sonora de esta saga y hacerse de nuevo con los oídos de los fans, desde los más nuevos hasta los de toda la vida.

 

2. Dark Souls 3. Yuka Kitamura y Motoi Sakuraba (2016)

Una de las obras magnas del gran Hidetaka Miyazaki no podía estar acompañada de una banda sonora del montón. Su carácter oscuro y tenebroso se ve recalcado a las mil maravillas por una banda sonora orquestada y épica. Las melodías que nos persiguen, tanto en las zonas de exploración como en las batallas contra los jefes finales son memorables y logran transmitir una sensación constante de tensión y temor hacia el enemigo que tenemos delante. Da igual si es el mismísimo Rey sin Nombre o un Hueco del Cementerio de Ceniza; le tienes pavor, algo que le debemos en gran medida a una banda sonora sobresaliente.

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1. The Elder Scrolls V: Skyrim. Jeremy Soule (2011)

No podía ser de otra manera, no me he encontrado con una mejor banda sonora en estos últimos años. Pocas veces me he sentido tan cautivado como para perder la noción del tiempo como con este juego y su maravillosa, épica y memorable banda sonora. Desde el primer momento —ese en que lo arranqué en aquella PS3 de mi hermano y apareció ante mis ojos la pantalla de título— todo fue cuesta arriba con este apasionante título. No existe una mejor manera de recordar a The Elder Scrolls V: Skyrim que poniéndolo en el primer puesto de este listado. Fus Ro Dah!

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